Pedro Sánchez y Mariano Rajoy han sido los dos últimos presidentes del Gobierno de España. Pero el cambio político se produjo no, por unas elecciones, sino por una moción de censura, igualmente legítima.

En los últimos tiempos la política española está viviendo uno de los momentos más inestables de cuantos hemos recordado desde el comienzo de la transición en España en y la vuelta a la democracia en 1978. Salvo el Golpe de estado de Tejero, Armada y Milán, España no había vivido una situación tan encontrada en mucho tiempo. Sólo el conflicto de Cataluña pone un paréntesis a esta situación.

Pedro Sánchez gana las primarias y Rajoy las elecciones

Pero marquemos los antecedentes. España era gobernada por el Partido Popular, cuyo presidente Mariano Rajoy, lo era también de España. En las siguientes elecciones Pedro Sánchez gana las primarias de su partido a Susana Díaz y se presenta como candidato a la presidencia con el Partido Socialista. Mariano Rajoy declina al rey la posibilidad de formar gobierno y el Rey se lo encarga a Pedro Sánchez, que firma un acuerdo con Ciudadanos, a espaldas de podemos con los que estaba negociando de forma paralela, que nunca le lleva a la Moncloa, debido a que su coalición no alcanzaba los escaños necesarios. Tras no alcanzar la presidencia hasta en dos ocasiones, se convocan nuevas elecciones que gana el Partido Popular, de nuevo con Mariano Rajoy con mayor distancia sobre el PSOE. Rajoy es investido presidente con los sies de Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro. Pero se produjo un hito importante en esta elección que desembocó en la situación que hoy tenemos. El partido Socialista, impulsado por su ejecutiva nacional, obligó a sus diputados a abstenerse en la elección del presidente, para favorecer la gobernabilidad y no ir a unas terceras elecciones. Pedro Sánchez, que estaba en contra de esto, decidió abandonar su escaño y la ejecutiva lo depuso como Secretario General del Partido Socialista. Muchos de los diputados del PSOE votaron en contra de esta medida.

Pedro Sánchez apartado y glorificado nuevamente en el PSOE

Este es un punto clave de toda esta historia. Y es que en ese momento Pedro Sánchez comenzó un asalto al partido Socialista convirtiéndolo en un partido presidencialista en lugar de Federal, y no lo digo por cómo está constituido, sino por cómo es el mando actual del mismo. Recorrió toda España, se presentó a unas primarias, y las ganó. Cuando se hizo con el poder de la Ejecutiva Federal, destituyó a todos los que no habían estado con él. Incluso cambió al portavoz del Congreso, que hasta ese momento era su mano derecha, confiándole el cometido a Margarita Robles.

Moción de Censura de Pedro Sánchez

España vivía una situación de zozobra con el conflicto de Cataluña, donde se habían cometido muchos errores en todos los sentidos y fue el momento en el que apareció la instrucción del caso Gurtel, con la supuesta financiación ilegal del Partido Popular. Tal era el panorama que el Partido Socialista, con la inestimable ayuda de Podemos, que se encargó de convencer a los partidos más radicales, como Bildu o ERC para su voto a favor, registró una moción de censura que ganaría Pedro Sánchez, con la inestimable ayuda de ERC pero sobre todo de PNV, quien había alcanzado un acuerdo para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado hacía semanas con el PP.

Gobierno de Coalición PSOE y Unidas Podemos

Pedro Sánchez consiguió alzarse con la Presidencia de España, con un gobierno en solitario y Gobernando por decretos, ya que no pudo aprobar los presupuestos, al no conseguir la mayoría parlamentaria necesaria. Fue este hecho el que desencadenó la convocatoria de elecciones en las que Pedro Sánchez se hizo con la victoria. Vox ya estaba en la cámara con un aumento de escaños importante. Podemos y PSOE no alcanzaron un acuerdo, y se llegó a unas segundas elecciones, en las que concurrieron por separado, pero alcanzaron un acuerdo de gobierno en formato coalición para elegir como presidente del gobierno a Pedro Sánchez.

Simplemente es un relato histórico que aparecerá en todos los libros de historia en años futuros, por el cómo se sucedieron los acontecimientos, y al que sólo le faltan las fechas para dejar claro lo que realmente sucedió. Lo contamos los que lo vivimos y en tiempos futuros, lo contarán por nosotros, pero con la salvedad de que ahora no solo hay prensa “de parte”, sino que también hay millones de personas, como yo, que vivieron aquellos momentos y lo contamos tal y como sucedieron.