Las opiniones y actos no tienen por que ser respetables, por mucho que su derecho si lo sea y tengan libertad de expresión.
Una cosa es la libertad de expresión y otra cosa es la respetabilidad del contenido o acciones que lleve a cabo una persona en su derecho y libertad de hacer y opinar lo que quiera.
Todos hemos visto cómo durante el minuto de oro de las campanadas, una de las presentadoras de Televisión Española mostraba una estampita de la vaca de Gran Prix disfrazada del sagrado corazón. O del Sagrado Corazón con cabeza de la vaca del Gran Prix. Para aquellos que no lo sepan, el Sagrado Corazón de Jesús es una imagen representativa de la devoción católica por el Corazón de Jesucristo. Se representa a Jesucristo con el corazón dibujado en el centro coronado por una cruz y dos o más flechas atravesándolo.
¿Hasta dónde llega la libertad de Expresión?
¿Cuál es la línea roja que no podemos saltar y donde sobrepasamos la libertad de expresión?
Yo pienso que la Libertad de Expresión es infinita. Es decir, una persona tiene que tener el derecho a decir lo que le de la gana, considerándose libertad de expresión. Pero ese derecho no significa que el contenido de esa expresión o acción sea respetable, o incluso pueda ser censurado.
Pongamos dos ejemplos llevados al extremo.
Yo tengo la libertad de insultar a mi vecino por tener sobrepeso. Tengo mi libertad para poder expresar que mi vecino es un gordo seboso que no puede verse los pies. Pero esa opinión, por más que yo esté en mi derecho de poder decirla, no es respetable. Y si mi vecino me denuncia y hay testigos que lo hayan visto, pues seguramente me caería una condena en un juicio de faltas.
El segundo ejemplo le dejo al lector para que se lo pueda imaginar e incluso me lo quiere contar en los comentarios.
Lo llamativo es lo fácil que resultaba hacer chistes de Lepe, ahora hacer chistes de Murcia, pero siempre meterse con la religión católica para defender una ideología. Me pregunto si aquellos que lo hacen tienen los santos ovarios o cojones de hacer lo mismo con la religión musulmana. ¿Por qué no ha tenido los santos ovarios de poner a la vaca del Gran Prix un turbante y una medialuna con una estrella? Ahhh claro… entiendo… ¿No tiene la libertad de expresión para hacer esto pero si aquello? Entonces dejemos de llamarlo libertad de Expresión y llamémosle por su nombre. Cojones o falta de ellos.
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